Durante miles de años los seres humanos hemos sentido y reconocido que existían lugares en la naturaleza con una energía especial a los que hemos recurrido como lugares de encuentro o reuniones, lugares sagrados o espacios de reconexión interior e incluso lugares de sanación.

Con el paso del tiempo nuestros antepasados marcaron algunos de esos lugares de energía especial, ya fuera con montículos o piedras (dólmenes o menhires) y posteriormente, otros pueblos y culturas, sobre los mismos lugares construyeron templos, estupas, ermitas, iglesias o catedrales.

En los países sajones establecieron líneas de conexión entre los lugares de alta energía cosmotelúrica, y las denominaron ley lines (líneas ley).

Tras siglos en el olvido, hoy día las técnicas radiestésicas y de sensibilidad personal, nos permiten identificar, reconocer o redescubrir, dichos espacios con energías especiales, tanto en aquellos lugares ya existentes -considerados como sagrados-, como en espacios en plena naturaleza (rincones en el bosque, árboles monumentales, piedras…)

Mediante determinados protocolos radiestésicos (y el despertar de la sensibilidad personal), podemos reconocer y evaluar los efectos -físicos o psíquicos- de los lugares con energías especiales; descubriendo y aprovechando sus potenciales, ya sea como espacios que propician estados de conciencia particulares, o como lugares de reconexión interior o incluso como espacios de sanación.

Este taller se ofrece a los socios y a las personas externas a la Asociación que se hayan inscrito a la Jornada de Iniciación del día 7 de septiembre.
El precio incluye la comida, que se realizará en el mismo espacio de la Fundación. Se trata de un catering servido por el chef Unai Bueno
Cor de Carxofa