La tecnología ha cambiado por completo nuestra vida, nos aportan muchas comodidades y ventajas pero también presenta aspectos negativos.
Efectivamente, la revolución tecnológica de las últimas décadas ha transformado nuestro entorno. Son indiscutibles los beneficios que la electricidad y las comunicaciones nos ofrecen pero debemos ser conscientes del principal inconveniente que tienen, las radiaciones.
Las radiaciones o campos electromagnéticos (CEM) producidos de forma artifical se pueden agrupar en función de la frecuencia:
- Baja frecuencia. La generan principalmente los sistemas de transformación y distribución eléctrica, las instalaciones defectuosas sin la adecuada toma de tierra o electrodomésticos que se usan próximos al cuerpo y de forma prolongada.
- Alta frecuencia: Es producida por sistemas y antenas de telecomunicaciones o por dispositivos wifi, teléfonos móviles o inalámbricos y microondas.
El primer paso es realizar un estudio de la Intensidad de Campos Electromagnéticos en tu hábitat, para identificar el origen de la radiación y determinar sus características, ya que los efectos de la exposición dependen de la frecuencia de la radiación y de la intensidad del campo.
En segundo lugar se deben adoptar las medidas correctoras necesarias, que dependerán básicamente del origen de la radiació:
- Fuentes exteriores. Son líneas de baja tensión o antenas que no cumplen con la distancia mínima obligatoria, transformadores de las compañías eléctricassituados en las calles, líneas de tren electrificadas, emisoras de radio y TV de amplitud modulada, antenas de telefonía móvil, WiFi , WIMAX, etc. Como no está en nuestras manos poder incidir sobre estas fuentes, las soluciones posibles pasan por reducir la radiación con elementos apantallantes (Pintura, tejidos especiales, ...)
- Fuentes interiores. Pueden ser instalaciones eléctricas defectuosas, toma de tierra inexistente o mal instalada, cableado insuficiente o mal protegido, aparatos eléctricos con un campo magnético alto, Routers WiFi y electrodomésticos como radio-despertadores, teléfonos inalámbricos domésticos, aparatos Vigila-bebés o monitores de ordenador. Ante estas radiaciones sí que podemos actuar con medidas como corregir los defectos de las instalaciones y eliminar o limitar el uso de equipos que generen radiación.